viernes, 12 de abril de 2013

El nuevo Tomb Raider es para nenas

Ya es Viernes por fin. Vale que yo no tengo trabajo y, en realidad, mis días son todos copias exactas del anterior, no obstante, uno llega siempre a los Viernes con un buen ánimo. Ya sea porque tus conocidos, familia y amigos están por fin libres y puedes disfrutar de su compañía o por lo que fuese. Ahora bien, el ánimo del Viernes es un ánimo resacoso, es como la excitación de los niños cuando tienen sueño; estás cansado pero a la vez tienes más ganas de marcha que nunca.
Por eso, hoy me he planteado la realización de este vídeo, es decir, tenía ganas de quejarme abiertamente de la deriva bobalizadora de las últimas generaciones de vídeojuegos pero, como digo, es Viernes, y la crítica me ha quedado un poco descafeinada. Los fines de semana no son buenos momentos para enfadarse, mejor los Lunes.  
Todo surge a partir de mi "aventura" con Lara Croft y su nuevo Tomb Raider. Hay que decir, que si bien es una saga que, de principio, vendía por las tetas; ha sabido alejarse de ese tópico y se ha convertido en todo un baluarte de los buenos juegos. Sobre todo esta última entrega. Quiero decir, este último juego es todo un JUEGAZO, con mayúsculas, en todos los aspectos. 
-¿Todos?
-No, en realidad hay un aspecto en el que dicho juego cojea y cojea mucho. Pero dicho mal es tan endémico de la generación actual de videojuegos que hasta se le perdona. 
Estoy hablando de su dificultad.
No quiero dármelas de hardcore gamer o de pro, o algo así, ¿pero soy el único al que los juegos de ahora le parecen hechos para orugas (o seres de inteligencia tal)?
Si no hay reto ¿qué emoción pueden tener los juegos?

Tomb Raider, un juego muy atractivo, desde muchos ángulos. Fuente: Obviouswinner.com 
La verdad, no se quién tiene la culpa, si los creadores o los consumidores. O la culpa es de todos en parte. Pero yo echo de menos el tener que comerme los sesos para poder pasarme un juego, y también echo de menos el vacilar a todos mis amigos por el hecho de poder haberlo conseguido.
Con todo, me da la sensación de que  es una tendencia que ha venido para quedarse (si no a acrecentarse) y habrá que empezar a convivir con ella. Gracias a Dios, siempre nos quedará el Online.